UN BESO
- Beatriz Chocano Maceda
- 5 sept 2016
- 2 Min. de lectura

Déjame darte un beso, uno de esos que saben a poco, que son demasiado cortos. De los que a penas se disfrutan. Déjame que finja que no te daré otro, para que así, me pidas más, y al llegar, lo disfrutemos. Déjame darte uno de esos besos, uno de los que quitan el aliento y cortan la respiración. Los mismos que ahogan, y sin embargo, no importaría morir por ellos. Permíteme darte uno de esos. Uno que te haga encoger el corazón cuando separe mis labios de los tuyos.
Déjame darte uno, uno que te haga sentir en casa por unos segundos y borre toda las preocupaciones que te rondan por la cabeza, esas que te quitan el sueño. Déjame darte un beso para recordarte, que aquí, estamos el uno para el otro y el otro por el uno. Uno que te recuerde que caminamos la misma cuesta y que el peso es compartido. Solo deja que te de un beso sincero con el que no tenga porque decir nada y lo sepas todo.
Déjame que te de un beso enfurecido entre chillidos y malas caras. Uno que solo busque callarnos sin más. La llama recordatoria. Justo uno de esos que vuelva a apaciguarnos y dejan libres las mariposas en nuestro estomago, como si nunca hubieran dejado de recorrerlo. El beso que nos calme y vuelva a hacernos vibrar en la misma sintonía. Uno de esos.
Déjame que te de un beso suave mientras descanso sobre tu pecho. Uno de esos que te deseen los mejores sueños mientras el sol saluda y nosotros nos rendimos al sueño. Permíteme besarte al principio del día y simplemente porque me apetezca recordar el sabor de tus labios en cualquier momento del día.
Déjame robarte un beso cuando menos te lo esperes y salir corriendo esperando que tus brazos me atrapen por el camino obligándome a quedarme cerca, muy cerca, tan cerca que nuestras respiraciones se confundan y sin negarme termine uniéndome a ti nuevamente, pero esta vez sin intención de huir de tu calor. Déjame darte un beso cargado de segundas intenciones, uno de esos que termine con nuestra ropa en el suelo y me permita regalarte mi calor. Uno de esos.
Déjame darte un último beso, uno de los que duelen y saben a despedida. Uno que marca una pausa en la lejanía. Solo... déjame darte un beso.
L . f.
Comments