Y LLEGA

A veces no sabes porque, pero pasa. Son circunstancias, momentos, ideas o simplemente deseos. Algunos lo califican como un regalo, otros, como el perfecto pasatiempo. Aun así, por alguna extraña razón sucede, nace.

No necesita una eternidad, solo segundos, y con la misma rapidez que llega, se va.

Dudas, contradicciones, perdidas, alegrías, felicidad y llantos. Podríamos decir que si, va bien servidito. En un momento puedes estar en el séptimo cielo y con un chasquido aterrizar en tu propio infierno. Da igual las veces que jures que dejaras de caer porque la cabeza queda vetada por completo en cualquier toma de decisión, o mejor dicho, eso deja de existir y pasas a conducir a toda gas por la carretera, sin comprobar ni siquiera, si llevas puesto el cinturón, como si no hubiera señales ni limite de velocidad.

Y lo peor de todo, es que tu no lo buscas, no lo buscas y llega sin una llamada de advertencia, sin un contrato que asegure sus intenciones ni duración, ni un seguro que proteja tu cordura, nada. Llega pudiendo quitártelo todo o dándote más de lo que tienes, nunca lo sabes… y cuando decides que te lanzas, no hay vuelta a tras, cuando lo admites, estás perdida.

Pero no lo buscas, nunca lo buscaba, no lo admites ni lo admitirás porque, decirlo en voz alta, es como decir las palabras mágicas de un maligno conjuro. Es firmar tu rendición y empezar a despedirte de tu orgullo. Es desempolvar la cerradura, meter la lleva y abrir la frontera nuevamente, sin pedir papeles, sin exigencias, sin alternativa de control. Pero a veces hay que volver a dejar que todo pase, simplemente, que pase y pasen por la zona fronteriza sin buscar que se queden por siempre.

Sin saber que es lo que te depara, pudiendo entregar más de lo que recibas o que recibas más de lo que des y desees. Que lleguen en el peor momento de tu vida o en el de la suya.

Que puedas ser solo un turista más o alguien que pasa y se queda, ya sea de un modo u otro. Nunca se sabe, pero volver sobre tus pasos para evitarlo solo es marcarte con un “ y si”.

Malditos “y si..”, esos si saben atarte unas cadenas al ayer y no dejan que avances en ese mañana que busca el hoy. Nuestra vida es complicada, porque no nacimos con un manual para comprender como actuamos a veces. No, no nacimos ni con el manual que nos permitiera comprendernos a nosotros mismos, así que no es tan raro que usemos eso de “los tíos no hay dios que los comprenda” y ellos “las tías son demasiado complicadas, son de otro planeta”

L . f .