PRÍNCIPE AZUL

Desde pequeña escuche hablar de ti, príncipe azul de sangre real. Destinado a protegerme de las malvadas brujas, del fuego de los temidos dragones, interesadas madrastras y verdes garras de troles.

Caballero de noble armadura, casi invencible y confianza plena. Que robaría el primero de los besos desarmando mi corazón, haciéndose dueño de mi pensamiento.

Con cada historia, parecías estar más cerca. Noches buscando descubrir cual seria tu rostro en cada sueño, pero nada pasaba, una figura borrosa cercana.

Siempre te estuve observando, oh príncipe de sangre azul, pero que ilusa fui, ¿cómo me deje engañar por esos cuentos de final feliz que impidieron que viera más allá? aquello que siempre necesite, a ÉL.

Sin grandes riquezas y con sus inseguridades. Imperfecto, con sus rarezas, pero que siempre estuvo ahí. Me protegió de mis propios miedos, abrazo mi confianza y la cuido sin soltarla. Miró siempre que me levantase al caerme, y solo cuando parecía rendirme me recordaba que no estaba sola, que podía acudir a él, y encantado me ayudaría a que llegase a mi meta. ÉL que tanto ríe como se equivoca, que tanto me abrazó y me sostuvo.

Simplemente ÉL que no me prometió nada grandioso ni codicioso, pero si valioso, no dejarme nunca sola.

L . f .