LUCIERNAGAS

Cuando ocultas cada pensamiento para evitar romperte, cuando te rompes evitando romper a otros. Cuando sientes que todo quema, sin aliento refrescante alguno por tus venas. La cascada naciente de tus ojos en noche de luna llena, imán de las pesadillas y de los oscuras sombras. Rascan la burbuja en la que la luz se concentra, dispersándola por la noche sin que alumbre un camino concreto que vuelva a casa. Alumbrando a todos y ninguno, para que sean tus propias decisiones las que te hagan navegar por cada montaña. Dando forma a cada obstáculo y transformando a cada criatura en su verdadera forma, en lo que su corazón refleja… haciéndoles confesar sus verdaderos intereses y motivaciones de tu destrucción. Negativismo es el reino en el que te dejaron, pero tu lucha sigue. No te dejes vencer en estas tierras, tras cada colina un faro te aguarda, para devolverte la luz que te fue arrebatada. No dejes que te hagan participes de sus juegos sucios, sigue tus reglas y no olvides tu meta: volver a tu hogar, volver con cada persona que de verdad te quiere y te dio un fragmento de su luz. Y es solo esas luces, las que como luciérnagas llegan a ti, cuidan tus sueños y te hacen crecer con esa sonrisa que se escapa a la razón y nunca pierde el derecho de aparecer. Recuerda tus reglas, tus costumbres y rompe con aquello que te haga perder. Huye de esos lares y te sus habitantes. Nunca perteneciste ni a ese lugar ni a esas criaturas, déjalas que hablen y sigan deformando tu imagen a extranjeros pasajeros, si eso es lo que feliz les hace, no les robes eso. Eres fuerte podrás con cada conjuro interno y mal pensamiento. Cuando caigas, esas luces te tenderán su fuerza.

L . f .